Sensores de movimiento y alarmas

Sensores de movimiento

Un sensor de movimiento (también conocido como detector de movimiento) es un sensor que reconoce el movimiento de personas u objetos. Hay tres tipos principales de sensores de movimiento: sensores de movimiento de microondas activos, sensores de movimiento de infrarrojos pasivos y sensores de movimiento híbridos.

Sensores de movimiento activos frente a sensores de movimiento pasivos

Un sensor de movimiento activo puede detectar el movimiento transmitiendo continuamente ondas de radio electromagnéticas sobre su campo y vigilando cualquier cambio o interrupción repentina de sus ondas de radio. Cuando un objeto en movimiento entra en el campo, el sensor envía un impulso electrónico a su panel de control, que analiza los datos (para reducir las falsas alarmas) antes de permitir que el sistema de alarma se active.

Los sensores de movimiento pasivos son el tipo de sensor más común en los sistemas de seguridad domésticos. A diferencia de los sensores activos, los sensores infrarrojos pasivos (PIR) no emiten ondas de radio electromagnéticas sobre su campo. En su lugar, los sensores PIR son capaces de detectar la presencia de la radiación generada en su campo. Dado que la radiación infrarroja emana de las personas vivas, los sensores de energía infrarroja pasiva son capaces de detectar visitantes no deseados detectando sus ondas de energía infrarroja.

Los sensores de movimiento se pueden programar para que realicen acciones específicas al activarse, además de iniciar alarmas y alertarle a usted y al servicio de su centro de vigilancia. Por ejemplo, se puede conectar un sensor de movimiento con una cámara de seguridad doméstica para que la cámara comience a grabar en cuanto el sensor detecte movimiento.

Sensores de movimiento para mascotas

Los sistemas de alarma con detectores de movimiento son capaces de diferenciar entre humanos y mascotas porque la mayoría de los animales domésticos son más pequeños que los adultos y, por tanto, generan menos radiación infrarroja. El instalador debe conocer las instrucciones del fabricante para asegurarse de que los detectores de infrarrojos están configurados para evitar falsas alarmas de las mascotas.

Sensores para puertas y ventanas

Las alarmas para puertas y ventanas vienen con dos piezas principales: sensores e imanes. Como el sensor se instala en el marco y el imán en la parte que se puede abrir, se crea un campo magnético entre el sensor y el imán mientras la puerta o la ventana permanezcan cerradas. Cuando la puerta o ventana se abre, el imán se aleja del sensor en el marco, rompiendo el campo magnético e iniciando una alarma.

Las dos categorías principales de sensores de alarma para puertas y ventanas son los sensores montados en superficie y los sensores empotrados. Los sensores montados en superficie suelen ser vistos por los intrusos, lo que puede advertirles de que tomen medidas de precaución para evitar una respuesta de alarma, como romper una ventana para entrar en lugar de levantarla. Por lo tanto, se recomienda la instalación de alarmas empotradas en puertas y ventanas. En un sistema de alarma para puertas o ventanas empotradas, se perforan agujeros en el marco y en la parte móvil para conseguir un sistema de alarma doméstico más estético y discreto.

Sensores de rotura de cristales

Por desgracia, los sensores de puertas y ventanas sólo se activan si un intruso intenta levantar una ventana o abrir una puerta. Si una ventana simplemente se rompe, un sensor de ventana no detectará nada. Los sensores de rotura de cristales llenan este punto ciego porque están diseñados específicamente para crear alertas en caso de que un intruso rompa el cristal.

Sensores acústicos de rotura de cristales y sensores de rotura de cristales por choque

Hay dos tipos principales de detectores de rotura de cristales: los sensores acústicos de rotura de cristales y los sensores de rotura de cristales por impacto.

Los sensores acústicos de rotura de cristales se basan en el sonido para detectar los robos. Se colocan pequeños micrófonos cerca de las ventanas para reconocer las vibraciones sonoras que superan las frecuencias especificadas o que están en frecuencias similares a las de la rotura del vidrio. Dado que un sensor acústico de rotura de cristales tiene un corto alcance, requieren al menos un dispositivo por habitación y a veces incluso uno por ventana.

Los detectores de rotura de cristales por choque son una alternativa a los sensores acústicos. Se componen de cables eléctricos que se colocan directamente en el cristal. Si un intruso rompe o incluso hace sonar el cristal, un detector de rotura de cristales de choque iniciará una alarma para informarle de lo que está ocurriendo y, con suerte, también para disuadir al intruso.

Los sensores de rotura de cristales suelen formar parte de sistemas de seguridad domésticos más amplios. Como tales, pueden conectarse con otros dispositivos para obtener una respuesta completa. Por ejemplo, una ventana rota puede dar lugar a una notificación automática a través de una aplicación de seguridad, la excitación de un fuerte ruido en toda la propiedad para disuadir a los intrusos, la activación de las cámaras de seguridad y la notificación de un servicio de vigilancia profesional.